La cantante reveló un episodio que marcó su vínculo con la icónica “Negra” y cómo lograron sanar una rivalidad que dividía al folclore argentino.
Un homenaje lleno de emociones en el Teatro Colón
En el marco de un emotivo homenaje a Mercedes Sosa organizado por Olga en el Teatro Colón, Soledad Pastorutti subió al escenario no solo para cantar, sino también para contar una historia desconocida que marcó su relación con la figura más emblemática del folclore argentino.
Entre lágrimas y recuerdos, “La Sole” relató el momento que generó tensión con la “Negra”, y cómo esa situación se transformó en una oportunidad para sanar una grieta que, en realidad, nunca debió existir.
"Alfonsina y el mar" y "Zamba para no morir" en la voz de Soledad, una dupla increíble que necesitabas para terminar el día de la mejor manera
— OLGA (@olgaenvivo) July 10, 2025
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La anécdota que lo cambió todo
Según recordó la artista de Arequito, todo ocurrió el 25 de mayo de 2007, durante un acto en la Plaza de Mayo donde ambas debían cantar el Himno Nacional. Cada una tenía asignada una parte del himno, y Soledad se retiró inmediatamente después de cantar porque tenía otro show en agenda.
Sin embargo, justo cuando ella se marchaba, el auto de Mercedes Sosa ingresaba a la plaza. En ese cruce, un grupo de fanáticos de Soledad, confundidos o malintencionados, comenzaron a insultar a la cantante tucumana, generando un momento muy incómodo.
“Cuando yo salgo, entra el auto de Mercedes y un grupo de fans míos la putean”, confesó Pastorutti con dolor.

“Quería pedirle disculpas”: el gesto que lo cambió todo
Al enterarse de lo sucedido, Soledad pidió a su equipo regresar para disculparse personalmente con Mercedes. En ese encuentro, le explicó lo ocurrido y le propuso terminar con la tensión con un gesto simbólico: cantar juntas.
“Yo quería su bendición. Mercedes ya era Mercedes cuando yo empezaba. Era una ídola para todos”, dijo visiblemente emocionada.
Mercedes aceptó el gesto y, desde ese día, comenzó un vínculo basado en el respeto y la admiración mutua, que tuvo su punto más alto cuando Sosa convocó a Pastorutti para el disco Cantora, un álbum homenaje que grabó poco antes de morir.
“No era solo cantar juntas, era sanar una grieta”
Soledad aseguró que aquella experiencia fue más que una anécdota. Representó el fin de una falsa rivalidad y el comienzo de un legado compartido dentro del folclore argentino.
“No era solo cantar juntas, era sanar una grieta inventada. Y ahí empezó un idilio”, cerró.
Una lección de humildad, unión y respeto entre generaciones
La historia de Soledad y Mercedes muestra cómo la música puede tender puentes incluso donde otros intentan marcar diferencias. Un gesto sincero, a tiempo, puede transformar una tensión en una alianza. Y en este caso, dejó una huella imborrable en la historia de la música popular argentina.